lunes, 31 de enero de 2011

Es hora de acabar con tantos intereses personales en los partidos políticos y preocuparse por la ciudadanía:

Me repugna ver tantas luchas internas entre compañeros y compañeras en los partidos políticos, ver como las discrepancias se llevan al plano personal y se utilizan descalificaciones e insultos para machacar al compañero y compañera que discrepa de nuestra opinión, me repugna ver a tantos trepas y a tantas trepas en los partidos políticos, gente que acude a dichos partidos para vivir de la política o ocupar un cargo a costa de traicionar los ideales de dichos partidos y que no les importa dejar cadáveres políticos de compañeras y compañeros en el camino, me da asco tanta violencia, tanto insulto fácil, tanto autoritarismo, tanta demagogia, tanto trepa, tanto pelota, tanta cobardía, tanta puñalada, tantos intereses personales y tanta falta de compromiso con la ciudadanía que es de quien hay que preocuparse y llevar a cabo políticas para resolver los problemas de las personas, pueblos y culturas.

Estoy harto de tanta desunión entre compañeros y compañeras, tanta violencia, tanto odios si no logramos entendernos a nosotros mismos y mismas y estar de acuerdo no podremos llevar a cabo políticas que mejoren la vida de la ciudadanía. Hay que dejar a un lado tantos intereses personales y tanto trepar y militar por ideas y por un fuerte compromiso con la sociedad, es hora de estar en contacto con la gente, bajar a la calle, hacer política de calle, ser militantes comprometidos y comprometidas con la democracia, con los derechos humanos, con la igualdad, solidaridad, justicia social, es hora de ser honestos y honestas, éticos y éticas, activistas sociales, librepensadores y librepensadoras, dejar los intereses individuales a un lado y mirar por los interesees colectivos de la ciudadanía, los pueblos y las culturas y construir un mundo más humanitario y combatir la dictadura de los mercados que condena a una gran parte de la humanidad a vivir en condiciones de miseria, explotación y en riesgo de exclusión o a morir por guerras, hambres, terrorismo, enfermedades.

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