Ayudando a las demás personas se consigue la verdadera felicidad:

Siempre he pensado que ayudar a los demás es lo que te hacer realmente feliz, es como vivir dos vidas en una, si ayudas al prójimo te ayudas a ti mismo y contribuyes a mejorar el mundo y hacerlo un lugar más justo y solidario, es necesario dejar a un lado los egoísmos y los egos personales y volcarse en el prójimo sin pedir nada a cambio, ser solidario es un acto de humanidad, todos formamos parte de un gran género llamado humanidad, por tanto si ayudamos contribuimos a que la humanidad valga la redundancia sea más humana menos autómata y más solidaria. Cuando escuchamos al prójimo y le ofrecemos nuestra amistad hacemos que los demás se sientan personas y no robots, todo el mundo necesita amor, comprensión, cariño, respeto, hay que respetar los sentimientos de las personas, hay que tratar de ponerse en el lugar del otro, tener empatía, escuchar sus problemas, consolarlos o consolarlas, debemos dejar a un lado los egoísmo, el consumo masivo y excesivo y centrarnos en recuperar nuestra humanida porque los seres humanos están por encima del capital y de las cosas, son un fin en si mismo, debemos respetar todas las culturas, a todos los pueblos, a todas las personas del mundo, es más lo que nos une que lo que nos diferencia, lo que tenemos en común que lo que nos separa, basta ya de tanta desigualdad, basta de tantas guerras, basta de tanto machismo y violencia de género, basta ya de tanto racismo y tanta xenofobia, basta ya de tanto fascismo y neoliberalismo salvaje, es hora de defender un humanismo y socialismo internacional, una defensa de una democracia para todas las personas del mundo, de todos los pueblos y países, es hora de luchar por la paz mundial y por el respeto a los derechos humanos y a la igualdad y libertad de todos los seres humanos.