domingo, 20 de junio de 2010

Cobardía moral en los partidos políticos:

LLama poderosamente la atención que en los partido políticos muchas personas sean poco valientes y tengan miedo a expresar su opinión, muchas personas tienen miedo a expresar lo que piensan y se dejan ir por lo que digan los que ellos y ellas consideran sus superiores, tienen la sensación que por el simple echo de poseer un cargo aquellas personas que lo ostentan tienen más ideologia e ideas que ellos o ellas que no los tienen, no se quiere disentir, se acude al peloteo, a la palmadita a los cargos, a utilizar un lenguaje burocrático tratarse por simples palabras como secretario general, secretario de tal o cual carguito, en vez de por los nombres o por compañero o compañera como en otros momentos, es hora de recuperar un trato horizontal en las organizaciones políticas, vernos como compañeros y compañeras y no tanto como rivales o personas a las que utilizar para medrar en la organización política y así ostentar un buen estatus en la sociedad. Los partidos políticos deben de ser agentes transformadores de la sociedad, estar al servicio de toda la humanidad, combatir las injusticias sociales, no al servicio del pensamiento neoliberal o a intereses personales de personas que quieren utilizar la política y a las organizaciones políticas como profesión y no como compromiso con las sociedades del mundo, es vergonzoso ver el peloteo en los partidos políticos a los cargos, la fagocitosis y el dejar cadáveres en el camino de compañeros y compañeras cuando no interesan a determinadas personas para colocarse y vivir de la política, es muy triste ver que se trata de acallar a las personas críticas que pretenden mejorar la vida orgánica de los partidos y que haya democracia interna en ellos para que la haya también en la sociedad. hay muchos adlateres y gregarios que sirven como mamporreros para acallar al disidente, al idealista al que no es una pesona dócil, al idealista y al que realmente quiere mejorar la sociedad para eso se milita en un partido político para mejorar la vida de la gente, pueblos y culturas del mundo. También llama poderosamente la atención que la militancia parece que no cuenta nada en las organizaciones políticas, solo se acude a ella para elegir delegados a los congresos, a los comités federales o para utilizarlos para escalar en las organizaciones políticas o para abrir las sedes, rellenar sillas, acudir de interventores o interventaras el día de las elecciones, pero no cuentan para debatir ideas, programas, para dialogar, para proponer ideas, para llevar a la calle mejoras. Hay mucha demagogia, populismo, peloteo, burocratismo, tecnicismos, mucho trepa, mucho burócrata, mucho tecnócrata y muy pocos y pocas trabajadores y trabajadoras, parece como si se quisiera tapar en los partidos de izquierda a los obreros o obreras como si solo hubiera técnicos y personas con carreras universitarias y no trabajadores y trabajadoras, pues los hay y tienen que ser escuchados y escuchadas y tienen que estar presentes día a día y escuchar sus opiniones y sus ideas. Es hora de apostar por la militancia, por la base qeu son los sustentos de dichas organizaciones politicas, su raíz, el comienzo y el final de todo. Es hora de ser valientes, de respetar la pluralidad de ideas, de respetar el pensamiento crítico, la democracia interna, de favorecer el compañerismo, el diálogo, la argumentación, proponer ideas y servir a la sociedad y a la humanidad en su conjunto y menos demagogia, trepar y vivir de la política y no del esfuerzo personal de las personas que militan en los partidos qeu tienen que esforzarse y vivir de su trabajo y de su esfuerzo y no de la política, somos servidores y servidoras sociales y así debemos vernos.

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