jueves, 1 de abril de 2010

Educación para la ciudadanía una forma de alcanzar la verdadera democracia:

Hoy en día es más necesario que nunca volver a colocar al ser humano en el centro de todas las miradas, vivimos tiempos controlados por la economía, el ser humano se convierte en un esclavo a su servicio, las personas están secuestradas por el pensamiento neoliberal de defensa de un mundo totalmente dominado por el capitalismo salvaje, no importan las personas, los valores democráticos y ciudadanos se están perdiendo lentamente y a pasos agigantados, no se fomenta el mundo de la cultura, al contrario brilla por su ausencia, las instituciones escolares en vez de educar socializan, es decir reproducen los valores o roles sociales autoimpuestos por la sociedad de mercado, pocas personas son libres en todo el sentido de la palabra para luchar contracorriente y no dejarse ir por la marea, es más fácil dejarse llevar por la corriente porque de esa manera no se asumen responsabilidades individuales y todo queda reducido a ser una mera comparsa o una veleta que se mueve según como sople el viento.

No hay personas críticas que piensen por ellas mismas, que no sean uno más del rebaño,
Nos pensamos que la democracia se puede sostener por si misma y que todos los derechos ya han sido alcanzados, eso no es verdad hay que formar ciudadanos democráticos y eso comienza desde la escuela, no inculcando nuestras ideas sino construyendo entre todos un pensamiento libre, que los alumnos y alumnas no solo busquen preguntas sino respuestas a esas preguntas, convivan con personas de otras culturas, países y formas de vida, eso enriquece al conjunto de la sociedad.

Educar para la ciudadanía no es adoctrinar, es respetar las ideas de cada una de las personas que pueblan nuestro planeta, dejar que se expresen con libertad sin miedo a ser rechazadas por la mayoría, formar seres humanos y no marionetas al servicio del capital, no solo consumidores obsesivos de necesidades virtuales.

Educar para la ciudadanía es ser libre para vivir tu vida en igualdad de derechos y de deberes, es luchar contra la exclusión social, el racismo, clasismo, terrorismo y violencia de género y muchas otras lacras sociales.
Para que haya una verdadera democracia lo que tiene que hacerse es formar ciudadanos críticos, autónomos, libres, solidarios desde una escuela laica, gratuita y multicultural donde el profesorado y el alumnado tengan conciencia social de los problemas que suceden en el mundo y se una para dar respuestas a dichos problemas y trabajen juntos para buscar soluciones pacíficas y duraderas en el tiempo.

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