lunes, 1 de marzo de 2010

POR LA INTEGRACIÓN DE LAS MINORIAS COMO MANERA DE ALCANZAR LA VERDADERA DEMOCRACIA

Hace unos días vi una película española llamada Yo También, en la que se habla sobre la relación de amor entre un chico con Sindrome de Down y una chica y me hizo reflexionar, en un momento de la película el protagonista el actor Pablo Pineda dice que una sociedad que no cuenta con las minorías es una sociedad mutilada y tiene toda la razón, hoy en día parece que solo priman los valores económicos, las personas somos como autómatas, todos pensamos lo mismo, vestimos igual, copiamos la manera de pensar de la gente que sale en la televisión y en vez de ciudadanos somos consumidores, no nos percatamos de los problemas de las personas que no llegan a fin de mes, de los inmigrantes, parados, enfermos físcicos y psíquicos, los dejamos a un lado, no los integramos en la sociedad, parece que nos molestan, pues son una parte muy importante en la sociedad, hay que integrarlos en la sociedad, son personas, tienen sentimientos, valores, tienen todo el derecho a ser felices. Si ellos la sociedad está mutilada les falta una parte muy importante, a las personas hay que valorarlas por el simple echo de ser personas, no por su condición social, por su raza, color de piel o por si tienen algún tipo de enfermedad o no, todos somos necesarios, merecemos ser felices, la vida consiste en saber convivir con los demás, respetar sus ideas y su forma de vida y como sean, aceptarlos como son, no imponer nuestros criterios. Ser tolerantes, abiertos de mente, pensar por nosotros mismos y no dejarnos influenciar por estereotipos impuestos desde sectores de la sociedad poco democráticos y fascistas, hay que conocer otros mundos aparte del nuestro porque así nos enriquecemos cultural y como personas, en fin quedan muchas cosas por mejorar en nuestra sociedad pero todo comienza por liberarnos de prejuicios y abrir nuestra mente a los demás y saber escuchar y tratar de ponerse en el lugar del otro, Empatía esa palabra que mucha gente pronuncia pero nadie se la aplica a su persona.

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